Por la guerra en Ucrania datacenters enfrentarían 245M de euros adicionales en energía en 2022

Escribe Nicolás Salerno, economista y consultor en outsourcing IT e internacionalización de empresas

¿Por qué algunos acontecimientos captan todas las miradas eclipsando todo lo demás que acontece, aún cuando estén interrelacionados? Seguramente por su capacidad de tomar desprevenida a la audiencia debido a su nivel de impacto en nuestra vida, sea directa o indirectamente. Nos transforman de una u otra manera.

La invasión a Ucrania por parte de Rusia es uno de estos casos. La tragedia humana de civiles atacados y desplazados en masa hacia las puertas de la Unión Europea, principalmente Polonia, es la cara inmediata de una crisis más profunda y de escala global: la crisis energética e inflacionaria que este conflicto impondrá a toda la cadena global de valor, y por ende, al coste y calidad de vida de los ciudadanos en general y a los costes empresariales, ya maltrechos en muchos sectores por la pandemia, en particular.


España es desde hace unos años el hub digital del sur de Europa, debido a su estratégica conexión con América y África, entre otros factores. Hasta tal punto esto es así que hoy día el sector cuenta con 122 centros de datos distribuídos en la península, siendo el quinto país de la unión tras Alemania (443), Países Bajos (275), Francia (248) e Italia (125). Al menos hasta el año pasado, ya que el sector no para de re-posicionarse y crecer.

La recientemente creada Asociación Española de Datacenters proyectaba en octubre del año pasado inversiones por 15.000 millones de euros hasta el 2026, lo que según algunas estimaciones redundará en una mejora del PBI de doce veces el monto invertido. Solo el año pasado se culminaron en Madrid 4 nuevos centros con una inversión de 400 millones; para 2024 el salto de capacidad, una vez culminadas las obras en curso, sería de 500 MW, multiplicando por 5 los guarismos actuales.

La contracara de esto es el gran consumo energético requerido para mantenerlos en funcionamiento; principalmente los servidores y la refrigeración se llevan más del 80% de su consumo. Debido a la falta de estadísticas oficiales y a la cantidad de información que requieren los estudios del tipo bottom-up, el más aceptado a la fecha, (Koomey 2011) estimó que los centros de datos representaron entre el 1,1 por ciento y el 1,5 por ciento del uso global de electricidad en 2010, con lo que cabe de esperar que post pandemia este dato sea sustancialmente mayor. De hecho, el Data Center Location Index 2021 de Arcadis, estima que en los próximos 5 años más de 1.000 millones de personas se volverán usuarios de banda ancha móvil, intensificando el tráfico y redundando en una mayor necesidad de capacidad en los datacenters.


A € 250 MWh, ¡compre!
El 24 de febrero a las 3.30 hora peninsular, Vladimir Putin invade Ucrania e inicia lo que seguramente será una década de conflicto y tensiones, así como de alta inflación derivada de las tensiones políticas, con reflejo directo en los precios del gas y petróleo.

Si bien España depende en menos del 10% de los recursos provenientes de la ex nación soviética, como suele ocurrir en estos casos, los precios internacionales presentarán únicamente tendencias alcistas sostenidas. Tal es así que solo en los últimos 10 días los precios futuros de Brent LCOK2 (mayo 2022) se han incrementado en 25% hasta la zona de los 120 euros el barril. Las últimas estimaciones lo sitúan en 150 a fin de año, llevándolo a su máximo histórico desde 2008. De momento esto podría revertirse si se levantan las sanciones a Irán para permitir su regreso a los mercados vedados desde 2018. Wait and see…

El otro gran problema es el precio del gas: si bien los suministros se mantienen de momento estables, la ocupación de la planta nuclear ucraniana por parte del ejército ruso no ha hecho más que impulsar al alza los futuros de gas TTF TFAc2 (mayo 2022) hasta la zona de los 190 euros MWh, desde los 80 que estaba. Esto ha disparado los precios de la electricidad en un 8%. Si bien a diciembre se prevén operaciones por 140 euros, sigue siendo el doble que el año anterior.
Con todo, considerando que el precio del gas determina el de nuestra factura eléctrica y que el primero está incidido por el del petróleo, la factura media, según propias estimaciones, podría sostenerse en la horquilla de los 380 a 440 euros MWh. Esto implicaría que, considerando su valor medio, el 2022 cerraría un 350% por encima del año anterior, o lo que es lo mismo, un adicional sobre la capacidad instalada actual de los datacenters de 245 millones de euros para el sector en dicho período.

(*) Nicolás Salerno: Economista y consultor en outsourcing IT e internacionalización de empresas.