Qué es eso que todos llamamos transformación digital de las organizaciones?

Escribe Justiniano Vila, emprendedor y cofounder de Uanaknow

Hay cientos de informes, publicaciones y reflexiones acerca del proceso de cambio que atravesamos las personas y las organizaciones, destacando sus beneficios y sacando a la luz sus desafíos aparejados. Pero en general, es una fase que tiene una connotación negativa o conflictiva y tal vez sea porque el ser humano es un “animal de costumbres”, que le cuesta atravesar estos cambios y salir ileso.

Pero este último tiempo nos vino a enseñar - para quienes tenían dudas - que podemos estar años construyendo algo, y de un día para el otro tenemos que cambiarlo. Aquellas empresas que atraviesan estos desafíos de cambio y transformación como algo atractivo, en realidad están saliendo de su libreto pero para adelantarse un paso, no para sentirse unos rebeldes.

Y aunque parezca que el desafío está en definir un objetivo, en realidad lo más difícil es decidir el “para qué”. ¿Para qué vamos a hacer este cambio de plataforma? ¿Para qué vamos a digitalizar este proceso si así como está funciona? ¿Para qué vamos a invertir tiempo, recursos y dinero en este desarrollo? Pues para mejorar, que esa es la carrera.

Hasta que no entendamos que la tecnología tiene que estar a nuestro servicio, y no al revés, vamos a seguir enfrentándonos a estos procesos de transformación digital con miedo, con lentitud y con escepticismo. Porque cambiar, pensar distinto, hacer esas cosas de otra forma, es sencillamente luchar contra años de hábitos aprehendidos.

Cada vez tenemos más palabras de moda que repetimos o soltamos en medio de la explicación de un proyecto, y eso pretende hacerlo disruptivo. Pero al final, la disrupción no es discursiva sino fáctica, y va de la mano del tamaño de la organización y de sus problemas. Sino preguntémosle a Robert Crandall que a finales de la década del ‘80 decidió quitar la aceituna de la ensalada que servía American Airlines a bordo de sus vuelos, y así ahorrarle miles de dólares anuales a la compañía. Para algunos un visionario, para otros el hombre que destapó la olla sobre los recortes en la calidad de servicios de las aerolíneas.


Consideremos por un momento esta pregunta inspirada en una historia narrada por Theodore Levitt. "¿Qué hace Black & Decker? ¿Taladros? ¿Equipo de bricolaje? ¿Herramientas? No. Hacen agujeros". Los taladros resultan ser la mejor forma de hacerlo, pero no siempre puede ser así. La nueva tecnología puede, por ejemplo, producir una máquina de accionamiento láser que puede hacer el trabajo mejor. Si Black & Decker no se hubiera dado cuenta de que estaba en el negocio de los agujeros en lugar del negocio de los taladros, habrían sido tan vulnerables a la competencia como lo fueron los fabricantes de rollos fotográficos con la nueva tecnología de las cámaras digitales.

No hay motivo para creer que la disrupción y la transformación digital son sólo para algunas organizaciones. Desde una zapatería, pasando por una pyme que fabrica tornillos hasta una multinacional tienen áreas de mejora digital en este sentido. Y es por eso que ponen a la tecnología a su servicio y no al revés.

*Justiniano Vila es emprendedor, cofundador de Uanaknow, dedicada al desarrollo de soluciones digitales para empresas y proyectos en diversas industrias. Es consultor y mentor de grandes firmas y emprendimientos, y speaker.

(*) Justiniano Vila: Emprendedor y cofundador de Uanaknow